5º Navahondilla

Al primer vecino que vimos preguntamos, su respuesta concisa y esperanzadora
- entrad en el pueblo y pregunten que seguro os encuentran un lugar,aquí hay muy buenas personas.
+ muchas gracias y buen día + respondimos alegres.
Que chute de esperanza y alegría escuchar eso, un poco más adelante nos cruzamos con la barrendera del pueblo, muy salerosa ella se acerco, diciendo que nos había visto el día anterior por la carretera y nos pregunto por nuestra historia.
Después de contarle un poco le dijimos que buscábamos cobijo para la tormenta que se aproximaba, sin dudarlo fue a hablar con el Alcalde de allí, vino junto a él y nos presentó .
- chicos este es Jesús, el quizás pueda dejaros un lugar.
El buen hombre casi sin dudarlo nos dejo un techo para refugiarnos momentáneamente ya que tenía que salir a hacer unas gestiones.
Una casa a medio construir no era una maravilla el lugar, pero hacía la función que necesitábamos. Dejamos las bicis y los perros para visitar un poco el pueblo.
Con frío pero con ilusión recorrimos sus estrechos pero lindos callejones, de pronto nos reencontramos con la barrenderas, pregunto.
- OS dejo un lugar el alcalde?? - le respondimos que si.
No contenta con el lugar dijo
- voy a hablar con el de nuevo para que os deje un lugar mejor, mientras tanto os quiero presentar a otro vecino del pueblo amigo mio, que quizás también os pueda dejar un lugar si Jesús no os encuentra.

Cuando le contamos a este vecino nuestra historia y donde nos íbamos a quedar, también indignado dijo
- voy a hablar yo con el alcalde, como que no os deja un lugar mejor?? No puede ser tranquilos que esto lo arreglamos.

Estábamos flipando con los vecinos y sus palabras , apenas nos conocían de unos minutos pero nos ayudaban como si nos conocieran de toda la vida.
Se me pasa por la cabeza " que engañado estaba con que la gente es mala en el mundo", cuanta bondad recibimos en pocos minutos sin nada a cambio.
En el mismo paseo conocimos al pintor del pueblo, no nació allí una vez visitó el pueblo se enamoró de él y se traslado, había pintado el bello y largo mural que nos recibió en la entrada del pueblo, que muestra la grandeza, historia y belleza del lugar un conjunto de pinturas de más de 50 metros de largo.

A la tarde después de un merecido descanso nos contacta el alcalde, se había reunido con los concejales nos comentó.
- chicos vengan conmigo os dejaremos un lugar mejor pero los perros han de quedarse aquí.
Sin dudarlo aceptamos, al acompañarlo voy con intriga e ilusión. Que nos dejará??, tendrá agua caliente??, pienso.
Mientras caminamos me cuenta algunas anécdotas del pueblo, de repente me dice.
- ya llegamos, es aquí.
En mi cara se tubo que ver el asombro, nos iban a dejar eso???
Entro junto a él y me comienza a explicar como funcionan las cosas, yo casi sin escucharlo seguí mirando asombrado.
- ven esto también es parte de la casa - me dice.
Era una casa rural de dos plantas, totalmente amueblada, con chimenea y calefacción en todas las habitaciones, casi no podía hablar, no sabía que decir ni como agradecer tanta bondad, salimos de la casa me da las llaves diciendo.
- entonces os quedáis unos días por aquí verdad? Avisad antes de iros.
+ claro, hasta que pase la tormenta si puede ser y nos vemos por el pueblo seguro.

Enseguida voy a dar con Carla emocionado, había caído la noche y estaba chubascando.
+ cariño vamos que vas a flipar + fueron mis palabras.
Después de empujar las pesadas bicicletas por las mojadas calles empedradas, llegamos a la puerta de nuestra casa por unos días, la cara de Carla era un poema, como niños entramos en ella como si un regalo de navidad se tratase con una sonrisa de oreja a oreja.
Celebramos nuestro regalo con una rica cena, charlando frente a la chimenea.
Pasamos tres días mágicos y lluviosos en ese encantador pueblo, disfrutando con sus vecinos y paisajes.

Mejora el tiempo llegando el momento de nuestra partida, nos despedimos de los vecinos con inmensa gratitud.